Cuánto cuesta un búnker y qué necesitas para vivir dentro | El Correo

2022-04-29 17:37:13 By : Ms. Linda Lee

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La guerra entre Rusia y Ucrania ha reavivado el miedo a que un conflicto bélico se extienda por toda Europa. Esto ha despertado el interés por los búnkeres, estructuras que sirven de refugio en caso de bombardeo o incluso contra agentes biológicos. En Euskadi hay numerosas de estas construcciones datadas en la Guerra Civil (ahí está, sobre todo, el cinturón de hierro de Bilbao), vestigios del pasado para cuya visita se han instaurado rutas culturales.

Durante las décadas de la Guerra Fría también se construyeron este tipo de estructuras, sobre todo en Estados Unidos, pero las que ahora despiertan más interés en los ciudadanos son de tipo subterráneo, construidas en el exterior de viviendas unifamiliares y provistas de numerosas comodidades. Los tipos de construcción son muy diversos, en función del objetivo que tenga la estructura: desde los contenedores metálicos hasta los búnkeres más resistentes, construidos en hormigón y acero.

En la web Bunkersdehormigon.com se afirma que el coronavirus disparó un 400% la venta de búnkeres privados. Después llegaron las alarmas ante una crisis energética y el posible desabastecimiento debido a la invasión y la huelga de transportistas para reafirmar la tendencia. Incluso hay quien ya piensa en hacer frente a las catástrofes climáticas que puedan llegar en el futuro. Según varios constructores, es posible construir un refugio básico de unos 90 metros cuadrados en el exterior de una vivienda unifamiliar a partir de 25.000 euros. Para ello es preciso tener autorización legal.

Los fabricantes afirman que, cuanto más gruesas sean las paredes y más profundo el búnker, más probabilidades de éxito tendrán sus moradores. Entre los aspectos a tener en cuenta sobresalen las reservas de comida (siempre en lata), con fecha de caducidad amplia y en cantidad suficiente para los habitantes estipulados. Éstos pueden pasar varios días e incluso meses dentro del refugio, por lo que es conveniente alguna fuente de ocio (como libros) y cierta tecnología que garantice el bienestar y la supervivencia:

■ Depósitos de agua potable y sanitaria renovados, sin conexión alguna con la red pública o con el exterior: Parte del agua, como la de la ducha o el lavabo (conocidas como agua gris) se puede reciclar. En los búnkeres más sofisticados se puede extraer agua del subsuelo, filtrarla usando filtros antibacterias (como los UV) y congelar aquella dedicada al consumo. En los búnkeres más grandes, pensados para decenas de personas, puede haber un jardín de cultivo hidropónico (necesita menos agua) que actúe como un invernadero subterráneo.

■ Suministro eléctrico: Es habitual utilizar grupos electrógenos con gasoil almacenado en el propio búnker, aunque los fabricantes suelen recomendar baterías que se puedan recargar con un generador solar. Otros utilizan acumuladores de biomasa (que utilizan materia orgánica como pellet, cáscaras de nuez o huesos de aceituna) para recargar las baterías; o geotermia (que se obtiene del calor del interior de la tierra) para la calefacción o la refrigeración.

El refugio no debería contener muchos electrodomésticos ya que hay que reducir al máximo el consumo de electricidad. Por eso se aconseja, por ejemplo, que la comida sea no perecedera y no necesite del frío de una nevera. Por lo mismo, la iluminación debería ser LED y para calentar la comida se recomienda utilizar un hervidor, que no genera humos.

■ Tomas de aire exterior con filtros activos: En perfecto estado, para que no entren partículas tóxicas procedentes del exterior. Los más efectivos son los llamados NBC (nuclear, biológico y químico), pero también son los más caros. Un purificador de aire evitará que se acumule dióxido de carbono en el interior.

■ Una radio o televisión para informarse de lo que sucede en el exterior: Un equipo HL de radioaficionado permitiría hablar con gente del exterior, pero supone tener una antena fuera del búnker que esté en buen estado.

■ Conexión a internet o teléfono: Aunque crear una red Wi-Fi supone tener una conexión con el exterior y que estas infraestructuras exteriores no se hayan averiado o desaparecido con el evento que haya producido la necesidad de utilizar el búnker.