Cultivar plantas sin tierra: el milagro de la hidroponía

2022-09-23 17:39:31 By : Ms. feng xin

Existe una alternativa a la técnica tradicional de cultivar los productos agrícolas en tierra: la hidroponía. Si se suministra líquido con nutrientes a las raíces de las plantas, estas pueden crecer sin necesidad de desarrollar sus raíces en el sustrato

La conservación del medio ambiente es uno de los desafíos que más preocupan a la sociedad y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señala a la agricultura, con su sobreexplotación, como una de las causas antropogénicas más habituales de contaminación del suelo. La creciente ocupación de terreno por parte de la población provoca una incesante conversión de bosque para uso agrícola. La deforestación y las emisiones de efecto invernadero producidas por las propias explotaciones (tanto agrícolas como ganaderas) son consecuencia directa de ello.

No obstante, a la técnica tradicional de cultivar los productos agrícolas en tierra, existe una alternativa: la hidroponía. Esta técnica antigua se podría remontar aproximadamente hace 2.600 años, ya que la primera vez que tal vez se utilizase fue en los jardines colgantes de Babilonia, construidos por el Rey Nabucodonosor I. Eran jardines supuestamente irrigados desde arriba, pero no hay evidencia fidedigna de que la hidroponía fuese utilizada.

La palabra “hidroponía” se compone por “hydro” (agua) y “ponos” (labor o trabajo). Debería ser traducida por “trabajo en agua”. Las investigaciones han demostrado que las raíces de las plantas pueden crecer en suspensión o en soportes variados como grava, corteza o espuma, aunque lo más común es que se desarrollen en agua, acompañada de los nutrientes necesarios para que los cultivos prosperen. Por ello, la definición de hidroponía ha sido ampliada a: “El cultivo de plantas sin tierra.”

En condiciones ordinarias, el suelo actúa como reserva de nutrientes y minerales, pero no es esencial para que la planta se desarrolle y crezca. Si los nutrientes minerales de la tierra son disueltos en agua, las raíces de la planta serán capaces de absorberlos, no siendo necesaria desde ese momento la tierra para su desarrollo. De este modo, se reduce el espacio a utilizar.

Las plantas, al igual que el resto de los seres vivos, están compuestos de materia orgánica, cuyos elementos principales son:  nitrógeno, oxígeno, hidrógeno y carbono. Y necesitan para poder crecer y desarrollarse luz, dióxido de carbono, oxígeno, agua y nutrientes.

Gracias a la luz podrán realizar el proceso de la fotosíntesis, con la que crean la glucosa necesaria para los procesos vitales de una planta.

Lo interesante de esta técnica de cultivo es que cualquiera puede utilizarla: desde un profesional con grandes extensiones de cultivo hasta un ciudadano de a pie, en su propia vivienda, ya que se requiere un espacio mucho menor que lo que requeriría un huerto urbano casero.

Los cultivos hidropónicos son más rentables y fáciles de controlar, lo que los podría presentar como un arma para combatir el hambre y reforzar la seguridad alimentaria, especialmente en países en desarrollo. Según la consultora Berkshire Hathaway, se espera que el mercado mundial de la hidroponía crezca hasta alcanzar los 725 millones de dólares en 2023, con una tasa de crecimiento anual compuesto del 18,1 %.

La agricultura de precisión también tiene a esta técnica de cultivo sin tierra en su punto de mira. Con el uso de herramientas tecnológicas como los drones, el big data o la Inteligencia Artificial (IA), se pueden obtener un mayor rendimiento de los cultivos. Y con la hidroponía se está investigando, construyendo en Droten (Holanda) las primeras “granjas” de hidroponía vertical.

La seguridad de que esos alimentos son saludables, el acercamiento a la naturaleza y el ahorro podrían ser los principales beneficios. Pero también, la estabilidad de las producciones a lo largo del año o la garantía mayor de éxito debido a la nula vulnerabilidad por agentes externos, como por ejemplo las inclemencias meteorológicas.

Un dato muy importante en la hidroponía es el tipo de agua empleada. Sería más adecuada la proveniente de una fuente natural, pero si se utiliza el agua del grifo, es probable que tenga un alto contenido en cloro. Y también la frecuencia en el cambio del agua. Al principio será semanal, pero conforme vayan creciendo los cultivos, esta periodicidad irá disminuyendo.

Otra circunstancia que se debe valorar es el lugar donde se cultiva. Es decir, el recipiente. Ello puede dar lugar a un segundo uso de elementos que se iban a desechar. Por ejemplo, las botellas o las garrafas. Sobre todo, las de color oscuro, porque así las raíces podrán prosperar con mayor facilidad.

La apertura hace de embudo natural y ello puede ayudar a que se mantenga el cultivo más firme y erguido. Pero es necesario que exista una buena ventilación para que la planta pueda respirar. Y también que las hojas, cuando nazcan o crezcan, no estén en contacto con el agua, porque se pudrirán.

Además, otro factor que hay que tener en cuenta es que, evidentemente no todas las frutas, verduras o aromáticas son aptas para el cultivo hidropónico. Por ejemplo, aquellas especies que se cultiven a partir de su semilla pueden ser más complicadas de sacar adelante, aunque no imposible. De hecho, la opción más segura en estos casos es empezar su cultivo en tierra para luego, trasladar el plantón al cultivo en el agua.

Este tipo de cultivo ofrece grandes posibilidades en ambientes adversos, como en la Antártida o, incluso, en el espacio. De hecho, en la base antártica Neumayer III (Alemania) lo están estudiando, pero la polinización artificial, elemento necesario para la consiguiente floración, es algo que todavía no se ha logrado.

Enumeramos una pequeña lista de productos que no presentan (o no deberían) mayor dificultad en el cultivo por hidroponía. Estos son:

Este es uno de los productos estrella para cultivos hidropónicos. En muchos restaurantes incluso se utilizan como elementos ornamentales antes de que llegue el momento idóneo para su consumo. Comienza el proceso en tazas o recipientes de menor tamaño para, cuando crezcan un poco, trasladarlas a un recipiente de mayor tamaño lleno de agua.

Debe situarse en un lugar donde tenga suficiente luz para crecer, y ha de cultivarse en agua antes de que florezca. Previamente da igual donde se halle.

Apenas se podrá diferenciar del el apio cultivado con el método tradicional de en tierra.

Para su desarrollo y crecimiento, los recipientes donde se hallen las plantas deben recibir abundante exposición de sol y estar situados en una zona cálida. Ello favorecerá su crecimiento y su abundancia.

Es una planta con más de 18 especies. El procedimiento con cualquiera de ellas es el mismo. Tan solo se necesita introducir algunas ramas en un recipiente con agua y esperar a que crezcan.

Preferiblemente se cultiva en primavera. Para ello, se introducen las raíces de las ramas elegidas en agua hasta que crezcan. Es necesario su exposición a la luz de forma constante.

Se introducen en el agua varios plantones y, conforme vayan creciendo, se podrán cortar sus hojas y utilizarlas. Cuantas más hojas se corten, más se favorecerá su crecimiento.

Se introduce cada semilla en un recipiente y, cuando crezca, hay que trasladar el plantón a un recipiente con agua.

También se debe de iniciar su cultivo en un pequeño recipiente hasta que crezca lo suficiente para ser trasladado al recipiente con agua donde se desarrollará.

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