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Una actuación conjunta entre los Mossos d'Esquadra, la Guardia Civil y la Policía Nacional ha incautado más de cinco toneladas de marihuana en cuatro plantaciones interiores situadas en las localidades barcelonesas de Mataró y Pineda de Mar, según han informado los cuerpos policiales este viernes. En la misma intervención se han detenido a seis personas a las que se acusa de presunto delito contra la salud pública y por fraude en la red eléctrica.
El operativo, que tuvo lugar el 5 de julio, forma parte de la segunda fase de una investigación que se inició en marzo de 2021. La primera intervención policial en este caso, del pasado mes de junio, desembocó en la incautación del mayor alijo de marihuana en una plantación de cultivo industrializada a nivel español.
Según explican fuentes policiales, el grupo criminal funcionaba con un entramado ficticio. Para evitar sospechas, se escudaban con tener permiso legal para una supuesta plantación de cáñamo, que les permitía el cultivo, la recolección y la distribución de marihuana, aunque estas plantaciones carecían de los permisos administrativos que permiten el cultivo legal. Otro de sus métodos era emplear naves industriales con actividad legal para esconder plantaciones de marihuana. La trama llegó tan lejos que, para dar una sensación de legalidad, registraron dos sociedades mercantiles.
Los Mossos desmantelan plantaciones en naves industriales y casas aisladas, donde se han incautado de 2.600 plantas y 50 kilos de la droga
Con suficientes indicios recopilados y las sospechosos identificados, las fuerzas policiales solicitaron una orden de entrada y registro al Juzgado de Instrucción que tenía conocimiento del caso y, tras conseguirla, pudieron acceder a las cuatro naves donde se confirmó la actividad delictiva de la organización.
La cantidad de marihuana intervenida en este segundo operativo fue de cerca 5.500 kilos, entre los que encontraron 850 kilos de cogollos envasados al vacío y preparados para su reparto. Además, hay que sumar al hallazgo 126 kilos de marihuana picada, 39.098 plantas, 300 gramos de polen y cerca de 33 kilos de hachís. Esta cantidad se añade a las más de 6 toneladas de marihuana que se requisaron en junio durante la primera fase de la operación.
Las instalaciones disponían de un alto grado de especialización para cultivos interiores. Se llegaron a confiscar 2.000 luces, 253 ventiladores, 97 transformadores, 32 humidificadores, 16 equipos de aire acondicionado, cuatro máquinas recolectoras, dos maquinas de embalaje para los cogollos, siete depósitos de 1.000 litros, entre otros.
Dentro de las naves se encontraron ubicaciones diferenciadas para cada proceso de producción: había salas habilitadas para secar los cogollos, otras para su manufacturación y empaquetado, además de zonas con doble pared donde se encontraron más bolsas con cogollos. También se descubrió que la conexión a la red eléctrica era fraudulenta. Las dos fases de la operación han supuesto la incautación de cerca de doce toneladas de marihuana y la detención de once personas que formaban parte del entramado, en una investigación que fuentes policiales han confirmado a ABC ya está cerrada.
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