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Actualizado a24 de abril de 2022, 09:36
Has visto una planta de interior que te encanta pero no sabes cómo se llama y no sabes cómo localizarla. O, por el contrario, te han regalado una ideal pero no hay manera de dar con sus cuidados porque no recuerdas cómo se llamaba. ¿Te suenan estas situaciones? Pues guarda este artículo como oro en paño porque te va a venir de perlas.
Aquí tienes una guía útil y práctica con la que, por fin, podrás poner nombre a tus plantas preferidas para poder cuidarlas como se merecen. Y para que todavía sea más sencilla, las encontrarás todas ordenadas alfabéticamente para que te resulte más fácil localizarlas.
Empecemos por el principio. Es cierto que hay plantas de interior realmente bonitas y que quedarían genial en tu casa pero hay que valorar las condiciones de su futuro entorno. Teniendo en cuenta que estamos hablando de seres vivos, no todo vale en decoración. Los expertos de Materia Botánica proponen que te guíes por esta regla: si son de exterior tienen que estar en exterior. Aunque, como en todo, hay excepciones.
Además de consultar esta guía de 50 plantas de interior y sus nombres que encontrarás a continuación, existen otras maneras de descubrir el nombre de una planta. La opción más fácil es preguntar en la floristería y buscar una similar para salir de dudas. También puedes hacerle varias fotos con el móvil y enseñársela a los floristas. Si prefieres una opción más tecnológica, aquí tienes unas cuantas:
La albahaca no es demasiado exigente y triunfará en tu cocina. Necesita un ambiente soleado y un sustrato húmedo con un buen drenaje. Aquí encontrarás los cuidados básicos de la albahaca si quieres tenerla en casa.
El Aloe cosmo es un híbrido que crece en forma de rosetón y tiene manchas blancas en las hojas. Riégalo cada quince días en primavera y verano, y mensualmente en invierno. Puedes sacarlo a la terraza con buen tiempo.
Conocida por sus múltiple propiedades, el Aloe vera es una planta poco exigente, aunque el exceso de humedad le sienta muy mal. Sitúala preferiblemente en el exterior en sombra o semisombra.
La planta amaryllis (Hippeastrum spp.) responde bien a la mayoría de los ambientes de interior y necesita unos cuidados bastante generales. Aunque le gusta el sustrato húmedo, evita el exceso de agua, que puede provocar que el bulbo se pudra.
La Tradescantia, conocida como "amor de hombre", necesita mucha luz y tierra húmeda, pero sin encharcar. Si no la cuidas las hojas terminarán brotando separadas con lo que estará sana pero algo despoblada.
Una flor inconfundible. Poniendo el anturio (Anthurium) en una zona con mucha luz podrá florecer todo el año. Necesita humedad así que pulveriza sus hojas todos los días a unos 15 cm de distancia.
Esta planta suculenta tiene forma de arbolito y sus cuidados son muy sencillos. Y es que el árbol de jade (Crassula ovata) resiste muy bien la sequía ya que necesita poco riego. Eso sí, agradecerá que lo pulverices de vez en cuando.
La Pachira aquatica es una de las 7 plantas de interior que dan suerte. Es una planta tropical fácil de cuidar que será feliz con temperaturas superiores a 15º C. Le gusta la luz natural pero no el sol directo.
La Areca (Chrysalidocarpus lutescens) es una palmera de fácil cuidado, muy elegante y esbelta. Necesita ambientes algo húmedos. Si notas que sus hojas comienzan a secarse es señal de que necesita más humedad. Agradecerá que la pulverices a menudo.
El bambú de la suerte en realidad no es bambú sino que pertenece a la familia de las drácenas (Dracaena senderiana). Es muy resistente y fácil de cuidar pero evita las corrientes de aire. Su temperatura ideal ronda los 20º C.
Si te animas a tener una Begonia maculata en tu casa, ponla en una habitación muy luminosa y sin corrientes de aire ya que al ser tropical no tolera nada el frío. Atención también al riego ya que un exceso de agua la debilita rápidamente.
El bonsái es una de las plantas comunes más difíciles de cuidar ya que exigen mucha paciencia y respeto por la planta. No hay una pauta general que pueda extenderse a todos los bonsáis, con lo que es mejor observar con atención al tuyo para detectar sus necesidades.
La Schlumbergera, conocida popularmente como cactus de Navidad o santa Teresita, necesita un lugar muy luminoso, pero sin sol directo. No riegues las flores de forma directa y utiliza agua blanda, sin cal.
A la Calathea ornata le gusta la luz, especialmente si es detrás de una cortina y nunca recibiendo directamente los rayos del sol. Para asegurarte que no la riegas en exceso, espera a que la tierra esté seca para hacerlo.
La camadorea (Chamaedorea elegans) es una palmácea que se da muy bien en interior. No exige demasiada luz, de hecho el sol directo amarilleará sus hojas. Si las puntas de las hojas están marrones es que necesita más humedad ambiental así que pulverízalas a menudo.
La campánula o campanilla crece rápidamente, sobre todo si la pones donde pueda recibir luz natural. Mantén la tierra húmeda sin encharcar y retira las flores marchitas para que puedan salir nuevas.
El ciclamen o violeta persa es de ciclo invernal y funciona como planta de interior y exterior. No le conviene demasiada iluminación y un exceso de calor. Se recomienda regarla por inmersión sin mojar el tubérculo.
Bajo el nombre de Chlorophytum comosum se esconde la emblemática cinta. Aguanta en casi cualquier ubicación, tanto luminosa como sombría. Lo ideal es regarla semanalmente en invierno y cada tres días en verano, como puedes leer en este artículo sobre los cuidados básicos de la cinta.
La Clivia miniata es muy resistente y puede cultivarse tanto en interior como en exterior. Disfruta la semisombra y los riegos moderados, pero sin dejar que se seque totalmente el sustrato ni que tampoco se encharque la tierra.
La Ceropegia woodii es una planta suculenta colgante que adora la luz pero no el sol directo. Riégala cuando la tierra esté seca. En invierno bastará con una vez cada quince días.
La Monstera deliciosa, conocida como costilla de Adán por sus curiosas hojas, apenas necesita cuidados. Le gusta la humedad y es ideal para ambientes poco luminosos. Al igual que otras plantas odia el encharcamiento así que riégala moderadamente.
Aunque es una planta de exterior, el crisantemo se adapta rápidamente a interior porque no tolera las heladas. No necesita demasiados cuidados pero sí evitar el exceso de agua así que riégala solo cuando la tierra esté seca para evitar la aparición de hongos.
Para tener esas hojas vibrantes en rojo, amarillo, naranja, y a veces en negro, el crotón necesita cinco horas de sol diarias. Pero tampoco mucho más porque un exceso de luz hará que sus hojas se vuelvan frágiles. Límpialas a menudo para evitar que haya insectos.
La diefembaquia (Dieffenbachia) es una planta tropical poco amiga del frío, con lo que será feliz a más de 10º C. Le gustan los espacios húmedos y la semisombra, nada de sol directo.
La drácena de hoja fina (Dracaena marginata) soporta prácticamente todas las condiciones de luminosidad menos el sol directo. En cuanto al riego, dale agua cuando la tierra esté seca pero sin llegar a encharcarla.
Las plantas crasas no soportan las heladas con lo que funcionan muy bien como plantas de interior. La echeveria (Echeveria elegans) también llamada rosa de alabastro es uno de esos casos. Es muy sensible al riego que tendrá que ser moderado. Agradecerá al menos cuatro horas de sol directo diarias.
El espatifilo (Spathiphyllum) es resistente y duradero. Para que florezca, mejor que tenga luz pero nunca directa o se le secarían las puntas de las hojas. Riégalo con agua sin cal, en invierno cada 15 días y en verano algo más frecuentemente cuando veas que la tierra está seca.
Una de las plantas de interior pequeñas que nunca pasa de moda. La espina de Cristo (Euphorbia milii) es muy resistente y tiene una floración preciosa, siempre y cuando estén en un lugar muy luminoso. Protégela del sol directo y no la riegues demasiado.
El ficus benjamina no necesita demasiada agua así que riégala cuando notes que la tierra deja de estar húmeda. En primavera suele perder alguna hoja, pero si lo hace regularmente o en gran cantidad puede ser porque le falte luz, tenga frío o lo hayas cambiado recientemente de sitio.
El Ficus Lyrata necesita buena iluminación y nada de sol directo. Riégalo una vez por semana en invierno y más a menudo en verano, dejando que seque la tierra entre riegos.
El filodendro (Philodendron) es muy fácil de cuidar que puede cultivarse como trepadora o colgante. Le gusta la luz indirecta y el riego justo. Mantenla alejada de mascotas y niños ya que sus hojas en forma de corazón pueden resultar tóxicas.
A la gerbera le gustan las estancias iluminadas evitando el sol directo. Prefiere los lugares ventilados y aguanta bien las altas temperaturas, pero no las heladas. Todo esto la convierte en una planta perfecta para interior con unas flores impresionantes.
La guzmania pertenece a la familia de las bromelias. Adora los ambientes luminosos, pero con luz indirecta y sin rayos directos del sol. El riego debe ser semanal en invierno y más frecuente en verano. Pulverízala a menudo con agua templada.
Los helechos se utilizan como plantas de interior en climas templados y fríos. Su cultivo no es complicado pero necesitan sustrato rico en materia orgánica y buen drenaje. Riégalo a menudo especialmente en verano porque no resiste la sequía.
El Kalanchoe es una planta crasa de fácil cuidado. Requiere ambientes luminosos y riego moderado, dejando secar la capa superficial de la tierra entre riegos. Conoce a fondo los cuidados básicos del Kalanchoe.
Entre las palmeras que crecen bien en interior sin exigir muchos cuidados, destaca la Kentia (Howea forsteriana). Aguanta muy bien el ambiente seco que suele haber en las casas pero necesita bastante espacio para lucir toda su envergadura.
La Sansevieria es una planta todoterreno a la que le encanta la luz pero se adapta a su escasez. Es muy fácil cuidarla ya que necesita riego escaso en verano y prácticamente ninguno en invierno, aunque todo dependerá de dónde la sitúes.
Los cuidados básicos de la Maranta leuconera, también llamada "planta de la oración", se resumen en riego moderado y no demasiada luz. Si notas que sus hojas pierden color es que tienen demasiada.
La Alocasia, conocida también como oreja de elefante, requiere alta humedad ambiental y riegos frecuentes. Necesita espacio para sus raíces con lo que evita las macetas pequeñas. No le gusta nada el frío así que procura no bajar de los 10ºC.
Aunque la orquídea es bastante resistente necesita una serie de cuidados y atenciones, especialmente en cuanto a la temperatura siendo la ideal entre 17ºC y 23ºC. Agradece un entorno iluminado pero sin sol directo.
La planta cebra (Haworthia fasciata) es una planta crasa ideal para zonas de clima mediterráneo y subtropical. Puede estar dentro de casa en una zona con claridad. Tolera mal el exceso de humedad, así que riégala cuando esté seca.
La planta china del dinero (Pilea peperomioides) es muy resistente y de cuidados sencillos. También llamada planta del misionero, crecerá fenomenal en ambientes con poca luz, frescos y húmedos. Agradecerá que no la riegues hasta que se seque el sustrato.
La planta del rosario (Senecio rowleyanus) necesita un espacio luminoso, riego moderado y un abono específico para plantas crasas. Sus cuidados asequibles la hacen perfecta para cualquier nivel de jardinería.
La planta paraguas (Cyperus alternifolius) se cultiva en exterior en climas cálidos pero también en interior ya que no tolera el frío. Debe estar muy iluminada, pero no al sol, y regarse frecuentemente.
El poto (Epipremnum aureum) es una de las 24 plantas más duraderas y fáciles de cuidar. Soporta bien la escasez de luz y basta regarlo cuando la tierra esté seca. Su sitio ideal son los muebles altos y estantes ya que sus ramas caen de una forma muy bonita.
La tilansia (Tillandsia cyanea) se compone de una bráctea en forma de espiga rosa muy característica, a menudo confundida con una flor. Requiere mucha luminosidad y riego escaso, basta rociar las hojas dos veces por semana.
El Tronco de Brasil (Dracaena fragans) es una planta de interior fácil de cuidar. Prefiere las zonas luminosas pero no el sol directo. Riégala cuando el sustrato esté seco. Le gusta la humedad así que pulveriza sus hojas con agua tibia dos veces por semana.
La Venus atrapamoscas (Dionaea muscipula) es una de las plantas carnívoras más populares que existen. Le gusta la luz, pero no el sol directo. Al ser plantas tropicales necesitan que el sustrato esté siempre húmedo, pero no encharcado.
La Saintpaulia es resistente y agradecida. No la riegues demasiado y nunca por encima. Si la pones en un lugar protegido y luminoso es probable que florezca más de una vez al año. Aquí tienes más información sobre la violeta africana.
La zamioculca es una planta de interior resistente y poco exigente. Necesita poca luz y riego moderado cuando notes la tierra seca. Es de raíces grandes con lo que deberás trasplantarla en cuanto lo necesita para que crezca adecuadamente.
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