Hace unos años, Clara y Federico se mudaron con la idea de tener un cuarto extra para un bebé. La familia creció al poco tiempo con la llegada de Sofía, y más tarde, con Felipe. El departamento que alquilan en un complejo de Tigre tiene 110 m2. Los dos trabajan en el bazar de la familia de Federico, Frog Bazar, en el Puerto de Frutos. “Vivimos en la zona desde que nacimos, y nuestros padres también. ¡Somos súper tigrenses!”
“Para la llegada de los chicos, buscamos agrandarnos, pero seguir cerca de nuestros trabajos y familias”.
En su depto anterior, la pequeña base que hoy está debajo del escritorio estaba dentro del placard, para poner zapatos. “Es súper cómodo para los pies, y los chicos también lo usan para sentarse alrededor de la mesa ratona”.
“Hicimos esta biblioteca / escritorio con el primo de Fede, que tiene una mueblería. Necesitábamos un espacio de trabajo… Y llenar esta pared enorme, que estaba vacía”.
“La vista, los ventanales, los dos balcones y las dos plantas definieron la elección. El departamento parece una casita. Y los ambientes están bien separados; me encanta eso”.
Los cuadros tienen alta rotación. Ahora hay fotos y una maxi ‘G’. “Buscamos una tipografía que nos gustara hasta que encontramos esta letra, que mandamos a imprimir”.
"Al trabajar en un bazar, siempre tenemos objetos nuevos y lindos para traer. La regla es que nos encanten, que los vayamos a usar y que estén en la gama del azul."
“Movemos todo el tiempo los objetos. Me hace bien. Cosas simples como llevar una planta a otra punta o poner una vela hacen que cambie el panorama”.
“Nunca tuvimos puertita en la escalera. Sofi entendió al toque que la escalera era ‘no’. Y Felipe aprendió a caminar al mismo tiempo que a subir y bajar marcha atrás”.
En el dormitorio, alfombra ‘Beni Ouarein’ (Kasbah); cama ‘Renata’ (Las Marinas Muebles) con acolchado blanco (Heypaiper) y almohadones de flores (Marimekko) y crudos (Falabella).
“A nuestra gata le sentó la mudanza. Tener más lugar le cambió la personalidad: ahora es mucho más tranquila”.
“Con la llegada de Sofi, solo tuvimos que ceder un ropero, porque el cuarto estaba en desuso. Con la de Feli, hubo que hacer orden y limpieza de muchas cosas y optimizar el espacio”.
Clara diseñó una cama de hierro bien alta para que se pudiera jugar abjo. “De a poco Felipe va creciendo, así que voy a tener que seguir modificando para que él tenga su protagonismo”.
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